A día de hoy, Dizzee Rascal es indiscutiblemente la mayor figura del hip hop británico y probablemente del panorama europeo. Algo que, sin quitarle mérito, no es decir mucho en el contexto en el que nos encontramos.
Cuando hace 5 añitos apareció Mike Skinner a.k.a The Streets y consiguió un par de números 1 con sus LP’s en Inglaterra parecía que ya teníamos figura: adorado por crítica y público, blanco como la leche (y como Eminem) y lo suficientemente polémico para aparecer en todo tipo de tabloides. Pero su figura se ha parecido extinguir, al mismo tiempo que la de Dizzee ganaba terreno con su histrionismo de descendencia africana y su exagerada y esputante pronunciación.
Pero atrás quedó su estilo independiente y sus raíces grime, que le valieron el Mercury Prize Award por su debut en 2003 Boy In Da Corner cuando descubrió que para conseguir el número 1 en listas, que te abre las puertas del escenario principal de Glastonbury o te hace ser cabeza de cartel en el festival más importante de… por ejemplo… España, y que tan esquivo le había sido, le bastaba con poner su talento al servicio de un estribillo potente y un productor con gancho. Lo que por ahí llaman, venderte a lo comercial.
Y ahí vino el Dance Wiv Me, la colaboración con Calvin Harris uno de los nuevos niños mimados en el mundillo del pop y la electrónica inglés, y la ayuda de su amigo, el crooner Chrome, que se pasó cuatro semanas en lo más alto de la lista de singles de UK.
Después vino Bonkers, otro número uno asistido por el gurú del house Armand Van Helden, y mañana sale a la venta su nuevo single Holiday, para el que ha vuelto a llamar a Calvin y a Chrome.
El próximo domingo conoceremos si llega al 1, aunque si el número de veces que lo han puesto en radios y discotecas este verano es un indicativo, todo apunta a que sí. Y estos tres singles, y el siguiente Dirtee Cash, estarán incluidos en Tongue ‘N’ Cheek, su cuarto disco que saldrá el 21 de septiembre.
Que llegara por primera vez a ser el disco más vendido en el Reino Unido le daría por fin el pedigree que necesita para reclamar el trono. Mientras, más de uno se queja de que se ha vendido. Y luego a la vez, se preguntan porqué el brillo de Dizzee, la mayor estrella de nuestro firmamento, está a años luz de los astros de allende los mares.